En tiempos recientes, el concepto de flexibilidad laboral ha cobrado auge al interior de las empresas. Adoptar un modelo de trabajo o una cultura organizacional flexible es un paso que las compañías deben dar si quieren mantenerse relevantes y actualizadas; especialmente cuando la retención y contratación del capital humano gira cada vez más en torno a esta característica.
Diversos estudios han encontrado que, a nivel global y tomando una media, casi el 40% de los candidatos consideran que la flexibilidad es algo determinante. Además, el 54% de los trabajadores mexicanos prefieren tener horarios flexibles en su empleo, según un reporte de Deloitte. De ahí que una empresa que ofrece flexibilidad laboral tiene más probabilidades de atraer y conservar al mejor talento.
Por su parte, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) realizó un estudio llamado “Flexibilidad Laboral”, en donde destaca que siete de cada 10 empresas en Latinoamérica reportan usar al menos un tipo de acuerdo flexible.
¿En qué consiste la flexibilidad laboral?
Hablar de flexibilidad laboral tiene que ver con el lugar desde donde se labora, lo que permite a los colaboradores trabajar desde diferentes espacios -ya sea la casa, un coworking, un café, la oficina- o incluso viajar a otras ciudades.
Además del espacio físico, la flexibilidad también se relaciona con el horario y con la libertad de decidir en qué periodos de tiempo o días trabajar. Es decir, podría tratarse de un modelo de 8 horas de trabajo diarias, en las que el colaborador elige el inicio y el fin de su jornada; o un modelo en donde cumpla con 40 horas de trabajo semanales, eligiendo qué días y horas dedicar a éste de forma personalizada.
¿Cuáles son los beneficios? Los colaboradores en esquemas flexibles en general son más productivos, tienen menos estrés y están más satisfechos y comprometidos con la empresa. Por su parte, la organización presenta mejores niveles de salario emocional y de retención del talento.
En este tipo de modelos y estructuras flexibles, la clave es trabajar con objetivos claros y definidos, implementar métodos de medición de resultados asertivos y contar con procesos de comunicación efectivos.
Modelos de flexibilidad laboral
Quizá tu empresa tiene la intención de implementar algún esquema de flexibilidad laboral. Existen algunos modelos en los que puedes basarte.
Trabajo a tiempo parcial
Ofrece opciones de trabajo a tiempo parcial, permitiendo a los empleados trabajar menos horas o días a la semana. Esto es beneficioso para aquellos que buscan equilibrar el trabajo con otros compromisos o intereses.
Trabajo compartido
Permite a dos colaboradores compartir un puesto de trabajo, dividiendo las responsabilidades y los horarios laborales. Esto les permite equilibrar mejor su vida personal y profesional. Para la empresa, el beneficio es que puede aprovechar la experiencia y habilidades de dos personas.
Licencias flexibles
Proporciona opciones de licencias parentales extendidas, sabáticas o sin sueldo. Esto permite a los equipos de trabajo tener tiempo libre para atender asuntos personales o perseguir otros intereses, sin perder su conexión con la empresa y con un control.
Programas de trabajo por proyectos
Adopta un enfoque basado en proyectos, donde los colaboradores se asignan a proyectos específicos y tienen cierta flexibilidad para administrar su tiempo y trabajo. Esto fomenta la autonomía y la responsabilidad. Además permite a los empleados enfocarse en tareas específicas sin estar vinculados a una estructura de trabajo tradicional.
Banco de horas
El horario flexible permite que los empleados seleccionen sus horas de entrada y de salida. Pero el banco de horas permite que los trabajadores acumulen horas en un periodo determinado. Así un día puede ser de 10 horas y el siguiente sólo de 6 para cubrir su semana laboral.
Semana comprimida
En esta modalidad se trabajan las horas semanales designadas por la empresa, en menos días a la semana. En lugar de trabajar 8 horas al día durante 5 días, este régimen permite trabajar 4 días de 10 horas y descansar 3 días. Este sistema se denomina “4×3” y es el más conocido.
Puedes basarte en estos modelos e implementarlos como una prueba, o bien crear un modelo que se adapte a las necesidades de tus equipos de trabajo.
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